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“Necesitamos que la carne ovina se incorpore al consumo masivo, tal como ocurre con la carne bovina, aviar y porcina (…) El cordero pesado y despostado debería venderse en las carnicerías y ser incorporado a la dieta de todos los cordobeses”, arranca diciendo el especialista.

>> Eduardo, ¿qué tan rentable es la producción de carne ovina hoy por hoy?

>> Por lo general, un sistema se hace rentable cuando se trabaja de modo eficiente en todos los aspectos que tienen que ver con la cadena. En el caso de la producción ovina, pasa exactamente lo mismo. Si bien hoy la demanda de carne ovina no es tan alta, hay que generarla. Por eso, es una gran oportunidad para los productores innovadores. El que mejor negocio hace siempre es el innovador; ya después se estabilizan las ventajas.

>> ¿Qué está haciendo falta para potenciar la producción de carne ovina en Córdoba?

>> La cadena tiene todavía varias complicaciones para desarrollarse en cuestiones que tienen que ver con frigorífico, transporte, cámara, desposte, puntos de ventas y por supuesto provisión y  producción sostenible a través del año. En otras palabras, lo que está haciendo falta es aceitar y maximizar la cadena completa; ése es el problema más crucial. Al haber pocos productores, habría que mejorar la oferta a través del año, con una oferta y calidad sostenidas.

>> Como líder del proyecto del “Clúster Ovino de Córdoba”, ¿a qué creés que debería apuntar nuestra provincia?

>> Lo que se pretende hacer en la provincia de Córdoba es la producción de un cordero pesado, que permita incorporar a la dieta de los cordobeses una carne nueva, buena y competitiva. Para ello, hay que trabajar fuertemente en educar al consumidor, darle buenos puntos de venta con garantía de calidad de lo que está comprando, para que vaya incentivándolo al consumo. A comparación de la carne bovina, acá está todo por hacerse. Mientras que la carne bovina lleva cientos de años en nuestro país desarrollada y aceitada, la actividad ovina es una producción relativamente nueva. Y, por supuesto, lo más importante es promover el consumo y asegurar el consumo de calidad y una cantidad sostenible, porque eso es lo que va a traccionar a que los precios le permitan al productor aumentar su producción y hacer inversiones para una oferta de calidad.

>> ¿Cuáles son las ventajas de integrar ovinos a los sistemas agrícolas?

>> La producción ovina me parece una alternativa muy interesante para los productores agrícolas de superficies medianas y chicas, que no pueden volver a la ganadería bovina por cuestiones de infraestructura. Este tipo de productores perfectamente podrían instalar una producción ovina, que cabalgue sobre la agricultura. Si bien esta clase de producción requiere fundamentalmente mano de obra, trabajo y planificación, se puede trabajar sobre cultivos de servicio y, por supuesto, la inclusión de alguna superficie de pasturas. Es una gran oportunidad también por el tema ambiental. No diría que los ovinos van a remediar los suelos agrícolas, pero son parte de revertir los procesos de deterioro de los suelos, que han sido manejados de manera intensiva en producciones de cultivos o monocultivos con baja nivel de fertilización. Los problemas de malezas resistentes trae un sistema acotado a muy pocas producciones y a un manejo de suelo de poca reposición de nutrientes y de poca cobertura, que son los problemas que tenemos hoy en nuestra agricultura. La posibilidad de tener ganadería ovina sobre los rastrojos y los cultivos de servicio, es una oportunidad que va a ayudar a darle una mayor sostenibilidad al sistema productivo agrícola.

>> ¿Por dónde debería arrancar aquellos productores interesados en integrar ovinos a sus sistemas?

>> Más allá de la rentabilidad, uno lo primero que tiene que tener es pasión por lo que va a hacer y el convencimiento de que es algo que puede andar bien. Y con respecto a “por dónde empezar”, sin duda creo que una de las claves es integrarse a grupos de producción y a gente que esté trabajando en estos sistemas intensivos, como la Cámara de Productores Ovinos de Córdoba (CAPOC). Es decir, trabajar en grupos para poder potenciar las ideas, analizando la cadena, dónde está localizada, qué nivel de producción tiene que tener para que justifique la inversión y pueda pagar los costos, asegurarse en dónde va a comercializar, cómo va a manejar la cadena y después sí empezar a producir.

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