Daniel Urcía, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA) y consejero del IPCVA, dialogó sobre temas clave que atraviesan al sector cárnico en Argentina. Desde su participación en eventos deportivos hasta el impacto de las políticas económicas, Urcía ofreció una visión integral sobre los desafíos y oportunidades del sector.
Durante la reciente Maratón El Cruce en San Martín de los Andes, organizada por el IPCVA, se destacó la relación entre el consumo de carne y el deporte. Este evento no solo fue una plataforma para mostrar los beneficios nutricionales de la carne argentina, sino también una oportunidad para consolidar su reconocimiento internacional.
“Hemos encontrado un lindo vínculo con lo que es el deporte mateo, la montaña, y es una forma de promover los beneficios nutricionales que tiene la carne,” expresó Urcía.
Además, resaltó que “estos deportistas de alto rendimiento, largas distancias, gastan muchas energías, e indudablemente está comprobado que para la recuperación muscular el consumo de la proteína animal es el indicado.”
El evento contó con la participación de deportistas internacionales, de los cuales más del 33% provenían de otros países. Urcía destacó que el reconocimiento hacia el sabor de la carne argentina por parte de los atletas extranjeros “nos llena de orgullo porque es muy reconocida por parte de ellos.”
Uno de los temas más consultados por los consumidores es el precio de la carne de cara a las fiestas de fin de año. Según Urcía, los valores actuales se mantendrán relativamente estables, aunque con una recuperación reciente de entre el 15% y el 20%.
“Prácticamente nuevamente la carne estuvo por debajo de la inflación, pero eso ya no va a ocurrir cuando miremos la construcción del índice de diciembre,” afirmó el titular de FIFRA. Este incremento, explicó, responde a una recomposición del precio de la hacienda tras un período de valores deprimidos.
El panorama para 2025 prevé un aumento sostenido en los precios, impulsado por una menor oferta debido a los efectos de la sequía que afectó al rodeo ganadero en 2023.
“Con menor faena vamos a tener el problema de la menor actividad, que eso va a generar que los costos incluso sean más altos que los actuales,” agregó.
El sector cárnico ha experimentado alivios con la eliminación de restricciones como los permisos de exportación y la reducción de los derechos de exportación para ciertos productos. Sin embargo, Urcía subrayó que aún queda trabajo por hacer para mejorar la competitividad.
“Disminuir impuestos para recuperar competitividad se hace necesario, y allí tenemos los derechos de exportación, ingresos brutos, alícuotas de IVA, tasas e impuestos locales,” explicó. La eliminación total de los derechos de exportación, especialmente en carnes que no son de vaca, sería un paso clave para el desarrollo del sector.
Además, mencionó que iniciativas legislativas como los beneficios fiscales y la aceleración de amortizaciones, aunque prometedoras, están pendientes de tratamiento en el Congreso. “La demora en el tratamiento y la ejecución de eso indudablemente afecta,” enfatizó.
El 2024 fue un año complicado para el sector, con precios de la carne contenidos durante gran parte del año. Según Urcía, “el precio de la carne estuvo contenido casi con un atraso de incluso el 60% algún mes.” Este retraso ocurrió en un contexto de aumento de costos en energía, combustibles y salarios.
A pesar de las dificultades, las medidas tomadas y las esperadas generan expectativas positivas para el próximo año. “Hay medidas que ya van generando expectativas de que el 2025 va a ser mejor que el año que está finalizando,” concluyó el presidente de FIFRA.
El 2025 se vislumbra como un año de oportunidades para el sector cárnico argentino, con desafíos en la competitividad y el precio de la carne, pero también con la posibilidad de consolidar la calidad y el reconocimiento internacional de uno de los productos más emblemáticos del país.
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