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Jesús María

Córdoba: El costo del alquiler de la tierra agrícola se incrementó en la última campaña alrededor de un 10%

Los aspectos que jugaron en contra de la actividad provinieron de nuestro frente interno. A la elevada inflación e incertidumbre política- económica de nuestro país se le sumó la fuerte sequía que viene sufriendo gran parte de la región pampeana por tercer año consecutivo.

23-11-2022

La actividad del mercado inmobiliario rural tuvo este año aspectos que jugaron a favor y otros en contra. A favor operó el mercado internacional. El mundo está demandando mayor cantidad de granos y sus subproductos, lo que permitió que sus valores estuvieran en alza. A su vez, debido a la invasión de Rusia a Ucrania, la inflación a nivel internacional en dólares se incrementó significativamente y hubo fuerte inestabilidad en los mercados bursátiles y financieros. Esta situación probablemente hizo que se incrementara la cantidad de inversores que vieran a la compra de tierra agrícola como resguardo de capital con renta.  

Los aspectos que jugaron en contra de la actividad provinieron de nuestro frente interno. A la elevada inflación e incertidumbre política- económica de nuestro país se le sumó la fuerte sequía que viene sufriendo gran parte de la región pampeana por tercer año consecutivo. 

El costo del alquiler de la tierra agrícola se incrementó en la última campaña alrededor de un 10%. Los mayores valores de alquiler unido al incremento del precio internacional de los granos llevaron a que el productor recibiera este año mayor renta por su campo. 

Si se consideran los valores de la tierra de Argentina en los últimos diez años, se observa que sus precios han bajado.

La reducción fue del 15 al 20% en los campos agrícolas y del 25 % o más en los campos ganaderos. Si a ello se le agrega la inflación del dólar en el mencionado período, se tiene que la baja de los valores reales de la tierra en Argentina en dólares ha sido aún mayor. Esta caída es más notoria si se la compara con otros países, como Uruguay y Estados Unidos. 

La caída en los valores de la tierra unida a la mayor renta obtenida por producción probablemente explique que el negocio agrícola este año haya sido de mayor rentabilidad. Quizás esto llevó a que a partir de los meses de mayo y junio comenzó a registrarse una mayor actividad del mercado inmobiliario rural, para acelerarse luego durante los meses de agosto, septiembre y octubre, tal como lo refleja el incremento que tuvo el índice de actividad del mercado inmobiliario rural (InCair), que publica mensualmente la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR). 

En los meses antes mencionados la demanda por parte de los inversores fue clara y selectiva. Se orientó hacia campos agrícolas de alto potencial. Ingresaron al mercado jugadores chicos, medianos y grandes y hubo movimiento y algunas operaciones concretadas por parte de capitales extranjeros. 

No resultaba sencillo comprender como en medio de tanta turbulencia e incertidumbre hubiera una clara demanda por comprar tierras agrícolas. Probablemente la explicación fue que los inversores buscaban resguardar su capital y obtener una renta por producción. Por esta razón, los precios de los campos agrícolas bien ubicados encontraron un piso e incluso hubo algunos negocios que se cerraron a valores algo más elevados que los compradores estaban dispuesto a pagar originalmente.   

Por otro lado, la actividad del mercado de campos ganaderos se mantuvo reducido y con precios estables o hacia la baja. El negocio ganadero actualmente se encuentra jaqueado debido a la caída de los precios internacionales de la carne vacuna y a la baja del precio real de la hacienda debido a la pérdida de poder adquisitivo de nuestro mercado interno. Además la sequía está incrementando los costos de producción y afectando a la productividad del rodeo. 

En el mes de noviembre la actividad del mercado inmobiliario rural se estancó nuevamente. Probablemente la fuerte sequía esté explicando este fenómeno, ya que la producción de trigo de esta campaña va a ser casi la mitad de la del año anterior y está comprometiendo seriamente la producción de la próxima campaña de cosecha gruesa. 

Resta por saber cómo continuará el mercado inmobiliario rural en los próximos meses. Pareciera que entre el mundial de futbol, la proximidad del fin de año y la baja estacional que naturalmente se produce los dos primeros meses del año lleve a que la actividad retome su curso normal recién a partir de marzo del año próximo. 

*Gentileza: GARCÍA ASTRADA Inmobiliaria Rural (www.garciaastrada.com.ar).

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