La nueva resolución de la AFIP impacta claramente sobre los costos y compromete una vez más, la marcha de la industria
Dicha medida del Gobierno suspende, hasta el 31 de diciembre de este año el certificado de exclusión o no retención del 6% de IIGG y del certificado de exclusión de la percepción del 20% del IVA, para todas las importaciones definitivas perfeccionadas a partir del 29 de marzo del presente año, que realicen las empresas del sector privado.
La Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba expresa su profunda preocupación y alerta sobre el impacto negativo de la reciente Resolución General 5339/2023 de la AFIP sobre la industria.
Dicha medida del Gobierno suspende, hasta el 31 de diciembre de este año el certificado de exclusión o no retención del 6% de IIGG y del certificado de exclusión de la percepción del 20% del IVA, para todas las importaciones definitivas perfeccionadas a partir del 29 de marzo del presente año, que realicen las empresas del sector privado.
Esto significa un incremento exponencial de la presión fiscal sobre el ya golpeado sector productivo, impactando claramente sobre los costos y comprometiendo una vez más, la marcha de la industria.
Su impacto significa:
- Incrementos de créditos fiscales por IVA del 10% o 20% en todas las importaciones definitivas perfeccionadas a partir del 29 de marzo según se trate de bienes de capital o resto de insumos respectivamente. A su vez, en algunos casos estos porcentajes se pueden incrementar con el 6% de IIGG.
- Dada la acumulación de crédito fiscal durante 9 meses, surge la necesidad de financiar el mismo afectando el capital de trabajo o bien tomando deuda en entidades financieras con costo superior al 90%.
- Aparece la posibilidad de traslado del costo financiero a los precios, aumentando costos en toda la cadena productiva y lo mismo ocurre para los bienes de capital poniendo en riesgo las inversiones.
- A pesar de que la norma excluye Micro y Pequeñas empresas que tengan un certificado MiPyME, éstas se verían afectadas de manera indirecta por el traslado del costo financiero a los precios.
- Pérdida de competitividad en el mercado internacional ya que el aumento del costo interno se traduce en un incremento en el precio de exportación.
- Riesgo de desabastecimiento, con la posibilidad de paradas de líneas de producción.
