Juan Pablo Timpone: "Los precios de los adyuvantes no se corrieron, hoy más que nunca son una oportunidad"
El ingeniero agrónomo señaló que en un contexto en el que algunos insumos han llegado a duplicar su precio, “por más que podamos dar explicaciones, al productor hay que darle soluciones".
Juan Pablo Timpone, Rizobacter.
Con el creciente valor de los insumos para la producción, las prácticas tendientes a realizar un uso más eficiente de los productos a aplicar resulta fundamental.
Desde Rizobacter, el ingeniero agrónomo Juan Pablo Timpone, señaló que en un contexto en el que algunos insumos han llegado a duplicar su precio, “por más que podamos dar explicaciones, al productor hay que darle soluciones. Tenemos los adyuvantes, tenemos bastante para aportar y esto es bueno que la gente lo sepa, los precios no se corrieron, así que son una oportunidad más que nunca”.
El ingeniero agrónomo hizo énfasis en dos pilares: “Uno es el secuestrante de cationes, que está probadisimo que ayuda a proteger a los herbicidas ácidos”.
En este caso ejemplficó que resultan útiles para el uso de glifosato, 2,4-D, Dicamba, Dicloran, “hoy está probadisimo que se puede proteger a esos insumos del calcio y magnesio que están en todo el país y que pueden hacer perder entre un 20% y 30% lo que invertiste en esos insumos”.
Otro aspecto al que hizo referencia el especialista de Rizobacter, es la estabilidad del caldo: “Toda esa mezcla que en la que vos invertis, que hoy te cuesta más de 40 o 50 dólares en un contexto de Yuyo colorado, Eleusine y otras malezas del momento, que vos puedas tener certeza de que pusiste en cada metro cuadrado toda la dosis y de una forma bien agresiva para esas adversidades. Eso para nosotros es Integrum, estabilidad y calidad de control”.
Microemulsiones
Timpone explicó que las microemulsiones son eficientes al utilizar productos de base oleosa, concentrados emulsionables como graminicidas, cletodim, haloxifop, e incluso en insecticidas, los más típicos, piretroides y fosforados, “todos esos que son en base a aceite, una microemulsión los distribuye perfectamente, los mantiene perfectamente dispersos en el caldo de punta a punta”.
También, recordó que “cuando hacés los glóbulos, podes separar las microemulsiones a las fases, unas cosas dentro del glóbulo de aceite y otras afuera. Esto es genial para las situaciones de glifosato y fomesafen”.
“Por ejemplo, pones Integrum, glifo y fomesafen, y básicamente evitas el corte”, aseguró.
En cuanto a las dosis que se deben utilizar, el especialista explicó que desde el laboratorio de Rizobacter llamado LEAF de Pergamino, en el que evalúan adyuvantes y formulaciones, encontraron la solución para que los usuarios puedan utilizar las mismas dosis a las que estaban acostumbrados pero logrando una mayor eficiencia.
“Se pueden contactar con nosotros por todas las vías que quieran, distribuidores, técnicos de marketing, nos buscan por internet y les enseñamos como hacer las cosas para sacarle más jugo a lo que ya conocían”, concluyó Juan Pablo Timpone.