Según el informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba correspondiente a la primera quincena de noviembre, el rendimiento promedio provincial para el trigo, se estima en 29,7 quintales por hectárea y serían producidas 3,4 millones de toneladas.

A la fecha relevada el avance de cosecha no alcanzaba el 1%, debido a que aproximadamente el 70% de la superficie se encontraba en período de llenado de grano.

1,2 millones de hectáreas fueron sembradas con trigo, “casi el 80% de los lotes se encontraba en estado general entre bueno y excelente; y el resto entre regular y malo. Porcentajes que no tuvieron variaciones significativas en los últimos meses”, mencionó desde el Departamento de Información Agronómica, Betina Bourges. 

En cuanto al garbanzo, con el 6 % de la superficie total cosechada, se estima un rendimiento promedio para la provincia de 20,6 quintales, considerando tanto el cultivo bajo riego como en secano. Así, se prevé que la producción superaría las 50.000 toneladas.

Sobre esta producción, “a pesar de posicionar mejor a la legumbre en comparación con la campaña pasada, representa una baja del 42% respecto a la producción histórica”, agregó la analista.

Indicó además que se habían sembrado 24.700 hectáreas de garbanzo en este ciclo, superficie notablemente menor a campañas anteriores.

Si bien la presencia de plagas y enfermedades a esta altura del ciclo del cultivo no representan un problema, las precipitaciones podrían afectar negativamente la calidad de producción, ya que el grano tiene la capacidad de absorber humedad del medio que la rodea.

De acuerdo con el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional, lluvias de entre 5 y 15 milímetros en la provincia, podrían incidir en la calidad del garbanzo e interrumpir la cosecha de ambos cultivos.

“Estas precipitaciones, si bien no serían abundantes, podrían incidir en la calidad del garbanzo e interrumpir la cosecha en ambos cultivos”, concluyó Betina Bourges.  

Informe completo en: BCCBA.