El girasol se expande a nuevos territorios
Impulsados por Nidera Semillas, en los ambientes difíciles del norte de La Paz, Entre Ríos, se abren por primera vez al girasol en busca de nuevas oportunidades.

Santiago Kenny es el gerente de producción de una empresa familiar que tiene campos al norte de La Paz, en Entre Ríos. La zona está en el límite de la frontera agrícola, son algo más de 4.000 hectáreas con ambientes frágiles que requieren de un gran cuidado del suelo. “Hay que protegerse de la erosión hídrica y algunos lotes están sistematizados con terrazas”, explica. La decisión fue tomada junto al equipo de Nidera Semillas que, con el objetivo de acompañar a los productores en la experiencia de hacer el mejor manejo agronómico de acuerdo a cada ambiente, creó un programa que acerca el cultivo a algunas áreas productivas donde construir rinde se vuelve más difícil. En verano las temperaturas ascienden a 35 – 40 grados y las lluvias no suelen alcanzar para satisfacer la demanda de los cultivos. Por otra parte, los suelos tienen un componente de arcilla muy alto, por lo que cuentan con escasa capacidad para almacenar agua. Todas estas dificultades se potenciaron en las últimas campañas.
“Tenemos unas 48.000 plantas por hectárea logradas. El cultivo está muy bueno, se fertilizó a la siembra con 60 kg/ha de MAP y 80 kg/ha de urea al costado de la línea. Sembramos con maquinaria propia”, especifica Cristian Faust, el encargado del campo. “Hace rato que veníamos con ganas de probar el cultivo de girasol y la propuesta de Nidera nos dio el empujón que necesitábamos”, acota.
También nos permite ampliar el flujo comercial al permitirnos tener un ingreso adicional en una etapa distinta del año”, especifica Kenny, uno de los productores que ya comenzó a vivir la experiencia de sembrar junto a Nidera Semillas y todo su bagaje de conocimientos que aportan sintonía fina en cada etapa del cultivo. |