Ganaderia: "la sequía en algunos lugares no se cortó y en los que llovió todavía se sienten los efectos" dice el informe de Zorraquin Meneses
"Uno de los peores momentos de los últimos años para el negocio lechero. El precio de la leche pierde por paliza contra la inflación y el aumento de costos.
NEGOCIO GANADERO
Para arrancar, la sequía en algunos lugares no se cortó y en los que llovió todavía se sienten los efectos. En este marco, los precios de la hacienda gorda subieron este mes, coqueteando en el caso de los novillos con los 1000 $/kilo y las demás categorías (vacas, vaquillonas, novillitos) acompañando esta suba.
Las razones del aumento son varias, entre las cuales se destacan una caída en la cantidad de hacienda faenada y el dólar 70/30 (incentivo exportador) hasta el 17 de noviembre. Por supuesto que previo a las elecciones llegaron al mercado de Cañuelas los mensajes de “precio máximo de 999 $/kilo o te suspendo la matrícula”.
Y también se le avisó a las frigoríficos que se cerraban las exportaciones pero al rato les dijeron que no sería así. Se ve que el ex secretario Moreno hizo escuela en los funcionarios actuales. Todo desmentido, pero que las hay, las hay. Por suerte, el mercado no se sometió al apriete.
Y por lo tanto los precios actuales, medidos en términos reales, son superiores a los que había hace un año, ayudando a recomponer parcialmente la rentabilidad del negocio.
En el caso del ternero, el precio también estaba en la primera quincena de octubre en los 1000 $/kilo, pero en los últimos días ya hay operaciones que superan los 1200 $/kilo. Son pocos negocios porque hay poca oferta, pero la relación flaco/gordo vuelve a 1,20 en la foto.
La mencionada caída en la faena que se produjo en octubre respecto a septiembre, se dio en las categorías de vacas y novillos (casi un 30% menos de faena en ambas) pero no en novillitos y vaquillonas. O sea que se sigue vendiendo lo más liviano y además aumenta la liquidación de potenciales vientres. Malas noticias para el futuro.
Y potenciado por un 2024 en el que habrá una caída de oferta de invernada (terneros) de entre un 5% y un 10% respecto al año pasado. La cría, que está pagando la sequía con malos índices reproductivos y menor peso de venta de terneros y vacas, tiene además la característica de ser un negocio en pesos y con ventas concentradas.
Se empiezan a repensar esos modelos por no ser demasiado sustentables.
Las vacas y vaquillonas preñadas recomponiendo valores, entre los $300.000 y $500.000 por cabeza. La exportación ha sostenido su ritmo en toneladas, pero ha caído el ingreso medido en dólares.
En particular por los menores precios pagados por China (en el orden de un 30% menos que el de los demás destinos), mercado que absorbe gran parte de nuestras carnes. La cuota Hilton con precio algo inferior a los 13.000 dólares la tonelada. Israel está demorando sus compras en Argentina por su conflicto.
El momento del año invita al productor a especular y demorar las ventas, pero en el caso del gordo es algo muy difícil y costoso de hacer. La rueda debe seguir girando.
NEGOCIO LECHERO
Uno de los peores momentos de los últimos años para este negocio. Tormenta perfecta. El precio de la leche Siglea fue de 118,36 $/litro (1649 $/kilo de sólido), lo que representa un aumento del 6,5% respecto al mes anterior y un 113% respecto a un año atrás. No hace falta aclarar que pierde por paliza contra la inflación y el aumento de costos.
En octubre se esperan unos 125 $/litro con suerte, lo cual no revierte la situación de quebranto actual del negocio. La suspensión de los derechos de exportación de la leche hasta fin de año fue apenas un analgésico para el escenario actual, además de parecer una broma de mal gusto una medida por tres meses para una actividad que planifica su negocio en años.
Difícil que un funcionario lo entienda, y los que lo entienden hacen silencio. Enumerando las malas noticias de los últimos tiempos se arranca por la sequía que produjo menos pasto, menor confección de reservas y aumento general de costo de alimentación.
Pero además los suplementos acompañan sus precios con las distintas versiones de dólar agro y últimamente las facturas de alimento balanceado ya vienen en dólares directamente.
Sumado a que cuando la empresa produce sobre campo alquilado el mismo se mide en kilos de soja por hectárea, que aumenta en forma proporcional a las devaluaciones selectivas de los granos. Cuesta recordar un escenario con tantas variables jugando en contra.
No va a ser gratis. La producción seguramente va a caer, así como la cantidad de tambos en actividad. Y las deudas van a subir.
El mercado de exportación hoy está sostenido sobre todo por Brasil, pero globalmente el volumen exportado ha disminuido cerca de un 18% en los primeros ocho meses del año.
No hay mucho más para agregar, salvo destacar el esfuerzo, la creatividad y la resistencia que están ofreciendo a esta crisis los equipos en las empresas tamberas. Si no fuera por ellos…