La mayoría de las empresas agrícolas están en “modo defensivo” observando cómo se desarrolla, evoluciona e impacta la economía en la empresa en el corto y mediano plazo
"Del lado de los insumos, existe la sensación que los mismos están caros y por lo tanto los productores compran lo estrictamente necesario para su funcionamiento, esperando la baja de los mismos", señala Zorraquin Meneses
La mayoría de las empresas agrícolas están en “modo defensivo” observando cómo se desarrolla, evoluciona e impacta la economía en la empresa en el corto y mediano plazo, Y cómo finalmente será la producción de granos, que todavía tiene final abierto.
La evolución de la economía impacta en aumento de costos en dólares (labores, salarios, fletes, etc,), aumento en el costo de financiación de corto plazo, y genera dudas sobre en qué momento vender el cereal. Duda producida por una combinación de baja de precios internacionales y sensación de retraso de tipo de cambio.
Difícil equilibrio para la toma de decisiones.
Por el lado de la producción los fenómenos climáticos (granizo, vientos, exceso de agua) y biológicos (chicharrita), que afectaron a lotes a días de cosecharse, ponen en duda la producción final de la campaña, más allá de las zonas ya afectadas por sequía.
Del lado de los insumos, existe la sensación que los mismos están caros y por lo tanto los productores compran lo estrictamente necesario para su funcionamiento, esperando la baja de los mismos. Las empresas vendedoras ofrecen sus productos con tasas de financiación muy bajas, tratando de adaptarse a esta lógica, y los fertilizantes comienzan a bajar.
Al observar la campaña que viene, campaña con pronóstico Niña, los números no son alentadores y la mayoría de los “Excel” en distintas zonas productivas cierran en cero o negativos.
Cuando esto sucede, generalmente es porque uno o varios precios de esa planilla están “desarbitrados”, es decir que deberán modificarse en el presente o en el futuro cercano para que la producción sea rentable. Básicamente estos valores son el precio del grano, el precio de los insumos y labores y el valor del arrendamiento, o una combinación entre ellos.
La sumatoria de estas situaciones hace que el productor, y las empresas en general, estén en pausa esperando que los distintos eventos, tanto económicos como productivos, vayan llegando y muestren un poco más claro el camino.
O que se tengan que tomar decisiones porque no hay más tiempo para esperar, y en ese último caso serán las mínimas, indispensables y conservadoras.