Rosario

Soja $ 255.000 (pp) - Maíz $160.000 (pp) - Trigo $ 200.000 (pp) - Girasol $ 260.000 (e)  - Sorgo $ 142.000 (pp)

Buenos Aires

Zorraquin Meneses: El exceso de lluvias que genera falta de piso, tendrá su partido aparte en las cotizaciones y dependerá si el mismo se profundiza

El productor se debate entre lo que quiero y lo que puedo. Lo que quiero evidentemente es no vender, y lo que puedo estará condicionado por el fenómeno climático y su necesidad de caja.

25-04-2024

NEGOCIO AGRÍCOLA

Durante el último mes se incrementaron los conflictos bélicos, pero contrariamente a lo que se pensaba, esto no tuvo un impacto significativo en los mercados hasta el momento. La posición vendida de los fondos especulativos comenzó a desarmarse (dato alcista), pero luego de las noticias del posible incremento de los conflictos bélicos, volvieron a venderse, como esperando una reacción bajista de los mercados ante esta problemática, a contrapelo de los que dicen los libros

En el mercado local, sin grandes variaciones mensuales, y ante la falta de cierre de precios por parte del productor, el mercado “físico” de la soja comienza a “penalizar” la posición mayo, divorciándose de la evolución internacional, cosa que había comenzado a copiar en los últimos treinta días. El exceso de lluvias que genera falta de piso, tendrá su partido aparte en las cotizaciones y dependerá si el mismo se profundiza.

A esta altura de la cosecha y de los mercados, no hay recomendación. El productor se debate entre lo que quiero y lo que puedo. Lo que quiero evidentemente es no vender, y lo que puedo estará condicionado por el fenómeno climático y su necesidad de caja.

NEGOCIO GANADERO

¿Momento bisagra en el negocio ganadero? Quien sabe. La cantidad de cabezas faenadas ha disminuido en estos meses. Pero la proporción de hembras en esa faena ha aumentado (cerca del 47% sobre el total) mostrando señales de un inicio de liquidación de rodeo.

La demanda interna también ha bajado, reflejando un consumo por habitante muy bajo en términos históricos de unos 42 kilos en marzo y de unos 50 kilos por habitante en promedio de los últimos doce meses.

Y con la exportación, que ha mantenido volumen pero ha perdido rentabilidad, un poco por atraso del tipo de cambio y otro poco por caída de precios en mercado externos. China, que se lleva casi un 80% del volumen de carne producida en Argentina, ha moderado su demanda y su capacidad de pago. Israel, por motivos obvios, ha bajado sus compras. Y la Unión Europea, con cuota Hilton en 14000 dólares por tonelada, es de los pocos mercados que sostiene precio.

O sea que, ante una caída de la faena, y por lo tanto de la oferta, los precios no reaccionaron como era de esperar porque la demanda está fría. Por suerte ya no existen ni los cupos para exportar ni los precios máximos en el mercado interno, lo que evita distorsiones extra. Tantas señales indican que veremos cambios en alguna variable en los próximos meses.

Todo esto se da en un contexto de precios que quedaron en el freezer o se movieron por debajo de la inflación. El novillo gordo en los 1800 a 2000 $/kilo, el ternero en los 2000 a 2300 $/kilo según peso y la vaquillona preñada en $800.000. La vaca gorda entre 1600 y 1800 $/kilo y la vaca conserva cerca de los 1000 $/kilo. Estos precios son muy parecidos a los de enero. No pueden ser considerados malos en términos absolutos, pero sin duda se han deteriorado en términos reales.

La relación flaco/gordo por debajo de 1,20 favorece el negocio del engorde a corral, sumado a un maíz con precio bastante quedado que permite con un kilo de carne comprar unos 13 kilos de maíz. Por supuesto que la menor producción esperada de maíz por la sequía y el efecto chicharrita amenaza esta relación a futuro.

Los criadores, como el otoño se presenta relativamente amigable en producción de pasto, van vendiendo de a poco la producción y con más kilos. Los resultados de preñez que hemos visto son bastante buenos hasta ahora, asegurando una recomposición en la cantidad de terneros a lograr en 2025. Esta es una actividad que muestra un corto plazo rentable y un largo plazo con algunas amenazas de atraso de precios tanto en consumo interno como en exportación. La ganadería, como siempre, debe analizarse como película y no como foto.

NEGOCIO LECHERO 

En marzo el precio de la leche Siglea fue de 331,68 $/litro (4661,86 $/kilo de sólido), lo que representa un aumento del 13,7% respecto al mes anterior y casi un 307% respecto a un año atrás. Medido en dólares oficiales, el precio es de 0,39 $/litro, un valor atractivo en la medida que no haya brechas, diferenciales con el dólar utilizado para los insumos, o atraso cambiario.

Para abril se espera un precio de 350 $/litro o similar. De febrero a marzo la producción de leche en el país aumentó casi un 3%, pero si se compara el primer trimestre 2024 versus el mismo período del 2023, la caída en litros fue cercana al 14%.

Como decíamos en nuestros Apuntes de marzo, es esperable que esto no se sostenga durante el año y exista una recuperación, asociado a una mejora en la rentabilidad del negocio. Para que se sostenga la perspectiva de mejora es clave que tanto el mercado interno como el externo aumenten su demanda.

El consumidor argentino ha tenido un aumento de los productos en góndola en los últimos doce meses de cerca de un 340%, con salarios que han subido mucho menos por ahora.

Esto se refleja en un menor consumo por un lado y en un cambio en la composición del tipo de lácteos que adquiere, priorizando la leche fluida. En la medida que la inflación se desplome con fuerza en los próximos meses, generando una mejora del salario real, debería verse una tendencia diferente. Mientras que el mercado externo ofrece un precio de referencia de la leche en polvo entera (LPE) de entre 3200 y 3300 dólares por tonelada, todavía competitivo pero con tendencia bajista. En lo que va del año el volumen exportado presenta un aumento en el orden del 20% respecto a 2023.

Representando ese destino cerca de un 35% del total producido (en parte por más volumen y en parte por menor producción total). Brasil sigue siendo el principal destino, seguido por Argelia. El incipiente atraso del tipo de cambio puede encarecer a nuestro país como proveedor del producto a terceros países, al igual que sucede con todos los sectores que exportan, generando menor competitividad.

A nivel de los tambos, un otoño más amable y con precipitaciones bastante generalizadas han permitido recuperar la base pastoril. La relación de precios superior a 2 a 1 entre el litro de leche y un kilo de maíz es una ventaja para los costos de alimentación. Pero aparece la “amenaza” del impacto de la chicharrita sobre el cultivo de maíz que indica que el valor del grano puede subir, al menos coyunturalmente.

Dentro de este panorama, se sigue produciendo el hecho de que algunos tambos se cierran y otros han achicado rodeos, dando lugar a más agricultura. Habitualmente las vacas de esos tambos son absorbidos por los tambos que quedan, llevando de a poco a mayor concentración pero sin perder la condición de que la oferta de leche de los tambos sigue atomizada (al menos hay 9000 tambos).

La industria está mucho más concentrada, con 5 a 10 jugadores que concentran la mayor demanda. En este marco, lo sucedido con Lácteos Vidal en su conflicto con el gremio Atilra es una pésima señal, donde la justicia parece haber tomado la decisión de perjudicar a la empresa y favorecer los intereses gremiales. Estas decisiones van en contra de la tan remanida frase de “industrializar el agro” y agregar valor. Por ahora, palabras vacías de contenido en algunas instancias del poder.

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