Desde Venado Tuerto, en la provincia de Santa Fe, Sergio Marinelli logró cambiar el mercado y se convirtió en referente de una tecnología que mejora la productividad agrícola.

Siendo uno de los miles de contratistas rurales que trabajan en el campo argentino, en la década del 90 pensó en cómo podía diferenciarse de sus colegas sin imaginar que además de cambiar su historia personal, tiempo después transformaría el agro nacional.

“Consideré que esta idea iba a funcionar y no me equivoqué”

“Tenía la necesidad de mejorar mi servicio, de ofrecer algo distinto, y junto al ingeniero agrónomo Mario Bragachini en el año 95 trajimos al país el primer monitoreo de rendimiento que incorporamos en una cosechadora. Consideré que esta idea iba a funcionar y no me equivoqué”, contó Marinelli en diálogo con TN.

A sus 60 años, sin dejar su trabajo en el campo, comparte su experiencia y el conocimiento técnico con productores y estudiantes. “Doy charlas por toda la Argentina, recorro las provincias dando capacitaciones y también doy clases en la escuela agrotécnica de Venado Tuerto”, detalló Sergio.

Más allá de haber logrado su objetivo de ofrecer un servicio diferencial como contratista, al santafecino le emociona el camino recorrido y las posibilidades inciertas de la tecnología para el futuro del agro. “Miro hacia atrás y me siento bien. Pasó mucha agua bajo el puente, se avanzó muchísimo y hoy las actualizaciones constantes nos permiten estar a la vanguardia”, dijo.

Con la incorporación de la agricultura de precisión, como productor argentino se siente “orgulloso de haber abierto un camino” en lo que respecta a la mejora de la competitividad, la productividad y la sustentabilidad ambiental. “No solo para mi hijo, sino para todos los jóvenes que apuestan a meterse en el tema. Poder ayudar a mis alumnos a potenciar el campo a mí me llena el alma”, afirmó en diálogo con TN.

“La tecnología nos iguala en oportunidades”

“Más allá de poder trasladar mi experiencia, lo positivo es que hay un gran cambio generacional que viene con la tecnología encima. Yo entré por la ventana en este tema y los chicos ya nacen con el celular en la mano”, analizó el contratista y destacó que gracias a los avances “la mujer está teniendo un rol más importante y protagónico en el campo”.

“La tecnología abre el panorama para una mano de obra más calificada, nos cambia y nos iguala en oportunidades. Ahora veo chicas que se prenden en pasantías, ocupan nuevos espacios y el desafío está en adaptarlos para que puedan trabajar en condiciones”, dijo.

Aunque queda mucho por hacer en el agro, Marinelli tiene esperanza y prevé un futuro mejor. “El 70% de la cosecha del país pasa por nuestras manos, la de los contratistas, y ese cambio necesario para mejorar e igualar se va a dar rápidamente. Acá está todo el futuro por adelante y hay una generación que tiene muchas ganas y herramientas para seguir transformando el campo”.