La contracción en las ventas de maquinaria agrícola que ya era evidente el año pasado continúa en los primeros cinco meses de 2024. Los datos de registro para el período enero-mayo, compilados por FederUnacoma basados en los registros proporcionados por el Ministerio de Infraestructura y Transporte y presentados durante la Asamblea General de la Federación, indican disminuciones significativas para todos los tipos de maquinaria. En comparación con el mismo período en 2023, las ventas de tractores han disminuido un 19,2%, con 6.750 unidades vendidas, mientras que las ventas de cosechadoras han caído un 40%, con 100 unidades registradas.

También hay una disminución en los tractores con plataformas de carga, que han disminuido un 13,3% (235 unidades), y en los remolques, que han logrado limitar las pérdidas al 2% (3.270 unidades). No ha sido mejor para los manipuladores telescópicos, una categoría de máquinas que había visto un crecimiento significativo en ventas en años anteriores, pero en la primera parte de 2024 ha sido penalizada por la desfavorable situación económica. A finales de mayo, las inscripciones se habían estancado en 400 unidades, marcando una disminución del 28,3% en comparación con el mismo período en 2023.

La desaceleración en el mercado nacional de tecnologías agrícolas se produce después del fuerte crecimiento registrado en el bienio 2021-2022, impulsado por incentivos públicos para la digitalización del sector primario. La progresiva disminución de los incentivos para tecnologías 4.0 —todavía disponibles pero con condiciones de financiación menos favorables— y el retraso en la implementación de las herramientas de incentivo proporcionadas por el PNRR (€400 millones para agricultura de precisión y nuevos motores), combinados con la disminución de los ingresos agrícolas, han impactado significativamente en la dinámica del sector en los últimos 18 meses.

La desaceleración en el sector agromecánico nacional parece deberse a factores cíclicos más que a una verdadera disminución de la demanda interna. La demanda interna, por otro lado, sigue siendo fuerte, aunque en gran medida se satisface a través del mercado de maquinaria usada. De un total de 70.000 tractores registrados en 2023, hasta 53.000 eran de segunda mano, mientras que solo los 17.000 restantes eran máquinas nuevas.

Este es un fenómeno que ha estado ocurriendo durante varios años - señaló la asociación de fabricantes - y es motivo de preocupación, ya que implica maquinaria más antigua con una edad promedio de más de 22 años, incapaz de cumplir con los estándares más avanzados de productividad, seguridad y sostenibilidad. Para un sector estratégico como la agricultura, la presencia de un número tan alto de máquinas obsoletas es un problema crítico que también pone en riesgo las iniciativas recientes destinadas a facilitar la introducción de prácticas innovadoras.