Bomberos Voluntarios de Río Cuarto e integrantes de la ETAC invitan y la Rural de Río Cuarto, además de profesionales del INTA y de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la U.N.R.C., se suman a la convocatoria para reflexionar sobre una contundente verdad: SIN COMBUSTIBLE NO HAY INCENDIOS.

Además, y para que no todo quede en meras reflexiones, las instituciones antes mencionadas han conformado una mesa de trabajo interdisciplinaria cuyo principal objetivo es encontrar el mejor camino para avanzar en la disminución del combustible que se acumula en las zonas rurales y serranas.

Frente a esta necesidad de bajar la carga de combustible en las zonas rurales y serranas, y con el convencimiento de que, de ello depende, la posibilidad de pensar un futuro sin incendios forestales en Córdoba, en la última reunión de dicha mesa, se trató de aportar ideas respecto de acciones para llevar adelante en la búsqueda de trabajar más que nunca en tareas preventivas.

De la exposición del ingeniero César Nuñez, representante de INTA y profesor de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la U.N.R.C, y del aporte de otros participantes, surgió la necesidad de requerir al área de Medio Ambiente del gobierno de la provincia de Córdoba, el plano actualizado de la delimitación por zonas del bosque nativo del sur de la provincia. 

“Necesitamos el mapa de clasificación de los bosques según categorías: roja, amarilla y verde, que son las zonas uno, dos y tres. Porque, con ese mapa con alta definición podemos ver la localización de los campos en relación a las distintas categorías de bosques. 

Entonces y sabiendo la categorización de los bosques acá, en el sur de la provincia, desde el departamento Río Tercero hacia abajo, descartando los problemas con incendios de interface, que son los que involucran gente y animales, que eso es más complicado de abordar, lo primero que habría que controlar es que se protejan los bosques de categoría uno, que son los que hay que cuidar más; y después seguir por los dos y finalmente por los de categoría tres. De esta manera, los bomberos tendrían una secuencia de trabajo clara para saber qué es lo que tienen que hacer en cada caso”, explica el Ing. Agr. César Nuñez.

Todos los presentes en la mencionada reunión, que involucró también a productores rurales, coincidieron en que es fundamental contar con ese mapa de categorización de los bosques según la ley de ordenamiento territorial de bosque nativo que tiene la provincia.

Porque, una vez que se cuente con el  plano requerido, y contando ya con el aporte de los profesionales de la Universidad Nacional de Río Cuarto, se podrá proceder a delimitar las zonas que ameritan un resguardo especial por las características y naturaleza del bosque nativo; al tiempo que se trabajará en analizar la  composición particular de cada área y en establecer una forma específica de abordar cada uno de esos lugares para neutralizar la potencialidad combustible del paisaje.

“A partir de ahí podremos empezar a involucrar a todos los actores que están en el lugar y que de alguna u otra manera tienen responsabilidad, como las cooperativas eléctricas que tienen responsabilidad en cuidar que no se caigan los palos para evitar que se provoquen los incendios por descargas eléctricas; como así también los consorcios camineros tendrán que estar atentos para mantener los caminos limpios, y los productores aprender a trabajar con contrafuegos, por mencionar algunos casos.

La idea es ir trabajando de a poco, pero comenzar en diciembre y terminar en julio con todo lo que es prevención, es decir, antes de que el ambiente se vuelva propicio para la generación de incendios”, concluyó el Ing. Agr. César Nuñez.