Ante un público de más de 500 empresarios y emprendedores que se dieron cita en el complejo El Norte, ubicado en la ciudad de Río Segundo (Córdoba), el economista y expresidente del Banco Central de la República Argentina entre 2004 y 2010, Martín Redrado, afirmó que Argentina está otra vez ante una oportunidad histórica de crecimiento, aunque todavía debe resolver muchos problemas a nivel interno.

“Otra vez el tren de la historia pasa por el andén llamado Argentina. Hoy nuevamente hay oportunidades para el país, siempre que entendamos qué es lo que el mundo está buscando”, subrayó Redrado, durante El Norte Ciudad Empresaria, un encuentro organizado por PM Consultora Empresarial, la Municipalidad de Río Segundo y El Norte, que se llevó a cabo entre los días 17 y 19 de octubre.

En tanto, también respondió preguntas del público e hizo varios análisis sobre la coyuntura actual. Por ejemplo, valoró que el Gobierno de Javier Milei haya puesto el foco en el equilibrio fiscal, pero consideró que también hace falta un plan de desarrollo, con mayor certeza tanto en materia monetaria como cambiaria, y al respecto opinó que bajo las circunstancias actuales, es difícil que se pueda levantar el cepo al dólar.

En total, fueron cerca de 1.000 personas las que pasaron por el encuentro realizado en Río Segundo durante los dos días en que se extendió. También participaron más de 65 sponsors e instituciones.

Redrado fue uno de los principales oradores dentro de un listado de más de 25 que brindaron más de 20 horas de charlas, en las que se abordaron no solo temas empresariales, sino casos de éxito y estrategias de crecimiento en diversos rubros.

“Pensar fuera de la caja”

En este contexto, la disertación de Redrado comenzó con una frase para motivar al público presente: “Este es un momento para pensar fuera de la caja”, enfatizó.

Argumentó esta hipótesis en que tanto en Argentina como en el mundo están ocurriendo fenómenos que obligan a buscar herramientas distintas a las que se han utilizado tradicionalmente.

“Cuando uno proyecta a futuro, por ejemplo, es imposible prever una guerra; es algo que no entra en la lógica. Pero hoy tenemos una fuerte competencia entre Estados Unidos y China que puede derivar en mayores disputas comerciales, tecnológicas o hasta en el dominio del espacio. ¿Puede haber una guerra de satélites? Nadie lo sabe, pero puede ser. Entonces el primer tema es: pensemos fuera de la caja, mirando en qué anda el mundo”, sentenció.

Pero en relación a esta disputa entre Estados Unidos y China, dijo que significa una oportunidad para Latinoamérica, porque “nos han vuelto a poner en el centro del interés”, debido a que esa lucha se da en tres sectores fundamentales que son los que marcan la agenda mundial: la seguridad alimentaria, la seguridad energética y, vinculado a esta última, la transición energética.

En todos ellos, Argentina tiene un rol protagónico para subirse a ese nuevo “tren”, afirmó Redrado.

“El mundo busca seguridad y trazabilidad alimentaria, y Argentina es una potencia mundial de los alimentos”, resumió. Pero advirtió que para insertarse en esa tendencia, es esencial trabajar en garantizar esa trazabilidad desde la semilla que genera el alimento hasta que el mismo se procesa, porque citó como ejemplo las barreras paraarancelarias que constantemente está imponiendo la Unión Europea.

En segundo lugar, recordó que la invasión de Rusia a Ucrania puso en riesgo el abastecimiento de energía a Europa y por eso los países buscan seguridad energética.

En ese camino, “Vaca Muerta tiene mucho para proveer al mundo”, añadió.

Por último, en relación a la transición energética, graficó: “El mundo va hacia todo lo que sea verde”. Allí, Argentina también sobresale por su gran potencial para la generación de energías renovables, que tienen gran apoyo global. “Cualquiera que tenga un proyecto ‘verde’ se puede financiar en cualquier lugar del mundo”, remarcó Redrado.

La dificultad para salir del cepo

Ingresando más en el ámbito local, Redrado sostuvo que en Argentina “estamos viviendo un cambio de época”, porque “se entendió que no se puede gastar más de lo que ingresa”.“Los políticos no lo entendían: manoteaban el banco central, emitían el ‘plan platita’, no va más eso”, describió.

En este contexto, valoró el foco puesto en mantener el equilibrio fiscal, pero mencionó que no se puede hacer solo a través de la reducción de gasto improductivo, sino que debe abordarse también por medio de la lucha contra la informalidad.

“Hay que tener más argentinos que paguen impuestos, aunque tienen que ser menos impuestos”, resumió.

Por otro lado, cuestionó que la estabilidad que se está logrando en relación a sostener el superávit fiscal, no se ve también en otros aspectos claves de la macro, como la política monetaria y cambiaria.

Allí hizo foco en las dificultades para que el Gobierno pueda finalmente avanzar en la liberación del cepo al dólar, básicamente porque el Banco Central no tiene reservas suficientes para lograrlo.

Redrado repasó que, al asumir Milei, el BCRA tenía reservas negativas por U$S 11.500 millones y hasta mayo pudo acumular U$S 10.000 millones y reducir este “rojo” a solo U$S 1.500 millones.

Sin embargo, a partir de junio, la puesta en marcha del “blend”, que impone que un 20% de las liquidaciones de dólares que hacen los exportadores tienen que ir al tipo de cambio “contado con liquidación”, hizo que alrededor de U$S 1.200 millones mensuales salieran de las posibilidades de compra del Banco Central (sobre unos U$S 6.000 millones al mes que se exportan).

Esto es así porque la intención del Gobierno fue fortalecer la oferta de dólares en el mercado cambiario, para evitar que se dispare la cotización. El problema es que, producto de esta decisión, ahora las reservas negativas volvieron a crecer hasta U$S 6.500 millones.

En consecuencia, “¿Qué factibilidad hay de sacar el cepo? Pocas. Porque el Banco Central no tiene reservas para sostener un único tipo de cambio”, sintetizó.

Mientras tanto, para quienes observan un retraso cambiario en la actualidad, les respondió: “Yo no creo que devaluar sea la receta para la argentina; si fuera así, seríamos la mejor economía del mundo, porque hemos devaluado más que cualquier otro país”.

Por eso, desde su punto de vista, la mejora de la competitividad se debe hacer bajando costos, y citó como ejemplo la necesidad de reforzar negociaciones para exportar más, lo que significa no solo sumar más mercados, sino también lograr reducciones de aranceles y de medidas paraarancelarias.

“El agro argentino tiene una cantidad de barreras arancelarias y no arancelarias muy grandes. Hay que sentarse a negociar con la Cancillería como cabeza, pero por medio de la Secretaría de Agricultura, el  Senasa, para bajar estas barreras, y eso va a significar una mejora del tipo de cambio real”, sumó.