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Salta

Meeting Point UPL en Salta

El manejo de malezas en la región de la caña y el poroto

23-10-2024

UPL Corp Argentina realizó en Salta el último de su serie de Meetings points regionales. Con especial foco en el manejo de malezas, tres técnicos compartieron las novedades para los principales cultivos del noroeste argentino.

Si el manejo de malezas representa un enorme desafío en la Pampa Húmeda, ni hablar de lo que significa para los productores del noroeste argentino, donde la paleta de cultivos es mayor y a las rotaciones con soja o maíz se le suman especies como caña de azúcar o poroto. UPL Corp Argentina realizó su tradicional Meeting Point en Salta y reunió a un grupo de expertos que compartieron recomendaciones e información útil sobre el tema.

Luciano Devani, técnico de Agredes, una consultora que ofrece asesoramiento en Salta, Tucumán, Santiago del Estero y Jujuy, fue el encargado de analizar las estrategias de manejo de malezas en soja y maíz. Comentó que, en el NOA, las principales problemáticas —en cuanto a malezas resistentes— son Eleusine índica, Urochloa panicoide, Chloris virgata y Amaranthus. Como emergentes, además del maíz guacho, crece el sorgo de Alepo, con fallas de control con haloxifop, aunque no con cletodim, y otras especies como Pasto cubano y Borreria.

“En el maíz guacho es muy importante el uso de preemergentes porque tiene muchas camadas de nacimientos. En preemergentes hay pocas herramientas y hay que tratar de cuidarlas. Para el Pasto cubano estamos viendo grandes resultados con DINAMIC® 70WG, de UPL (Amicarbazone). En esta maleza es importante el uso de residuales porque tiene muchos pulsos de nacimiento a lo largo del verano”, apuntó.

A la hora de las recomendaciones, Devani insistió en estar atentos a las primeras lluvias para realizar el barbecho y poner el preemergente adecuado de acuerdo a las malezas que están comenzando a ser un problema: Pasto cubano, sorgo de Alepo e incluir el maíz guacho, cuyo manejo es muy importante que sea en conjunto. “En el caso de Borreria, se está usando mucho el glufosinato de amonio. Pero hay que tener mucho cuidado porque es un activo muy dependiente de la radiación solar, de las temperaturas y la humedad relativa”, señaló.

El técnico aclaró que en el NOA el uso de preemergentes está generalizado y destacó la necesidad de manejar adecuadamente la residualidad de los herbicidas y el uso de mezclas que minimicen la presión de selección.

En su opinión, la presión ejercida por la chicharrita en el maíz no solo impactará en el recorte de superficie con el cultivo, sino también en el manejo de malezas. “Además de aportar a la salud del suelo y mejorar los rendimientos de los cultivos posteriores, el maíz da la posibilidad de usar otros modos de acción y herramientas de herbicidas para bajar el banco de malezas y minimizar la presión de selección”, argumentó.

Agustín Sánchez Ducca, de la Estación Experimental Obispo Colombres (EEAOC), mencionó que el principal factor biótico que produce pérdidas de rendimiento en la caña de azúcar son las malezas. Para controlarlas, hay que hacer un manejo integrado y rotar con leguminosas. “A la hora de usar herbicidas se vuelve clave la residualidad porque la caña de azúcar tiene un período crítico bastante prolongado, de entre 90 y 120 días. El uso de un buen preemergente resulta fundamental, tal es el caso de Amicarbazone (DINAMIC® 70WG, de UPL). También es importante mantener el residuo agrícola de cosecha en superficie, que es de entre 10 y 12 toneladas en nuestra provincia, y tiene múltiples beneficios en lo que se refiere a la economía del agua, menor erosión hídrica y eólica, controla algunas plagas como el Elasmopalpus lignosellus, y tiene una vital importancia en el manejo de malezas”, sostuvo Sánchez Ducca.

“La presencia de rastrojo constituye una barrera para algunas malezas y no alcanza para otras que tienen semillas grandes, como las distintas especies de enredaderas para las cuales hay que tener en cuenta un herbicida que no sólo las pueda controlar, sino que también tenga propiedades físico-químicas que puedan atravesar ese rastrojo: larga vida media, fotoestabilidad, baja volatilidad… Las malezas cambian las reglas de juego constantemente”, indicó el técnico.

El especialista de la EEAOC señaló que la caña de azúcar es una gramínea y, en general, las principales malezas que la afectan son gramíneas, sobre todo perennes. Las principales son Cynodon dactylon (grama bermuda), Sicyos polyacanthus (una enredadera con semillas grandes) y muy de cerca le sigue el Sorgo de Alepo. Otras importantes son Ciperus rotundus, Echinochloa crus-galli, Urochloa plantaginea, Eleusine índica, Digitaria sanguinalis, entre otras. Además, varias especies del género Ipomoea también representan un problema. Tithonia tubaeformis (pasto o yuyo cubano) es otra maleza emergente en el NOA que preocupa a los productores.

Lucas Paterlini, asesor y socio de Agredes, destacó que en el cultivo de poroto las principales malezas son dicotiledóneas o de hoja ancha. “Estamos evaluando distintas herramientas y entre ellas surge el aporte de pyroxasulfone (WINGER® de UPL, aún sin registro para poroto) para la preemergencia del cultivo, y pendimethalin (SATELITTE®, de UPL) para el control, sobre todo, de Chenopodium album (cenizo)”, puntualizó. Además, enfatizó la importancia de usar un cultivo de cobertura como antecesor del poroto.

“Hemos comenzado a trabajar con antiestresantes, tanto para tratamientos de semillas como foliares. En este último caso, estamos realizando ensayos con OPTIMAT®, un bioestimulante antiestresante orgánico elaborado a partir de potasio y extractos vegetales enriquecidos con una mezcla de folcisteína que, aplicado junto con los herbicidas, disminuye el estrés por fitotoxicidad”, explicó Paterlini.

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