La sequía pone a las avícolas en una situación desesperante
La industria sufre la sequía, la merma en la producción de soja y maíz, y los aumentos que registrarán las tarifas energéticas y las negociaciones de paritarias que se realizarán en marzo.
Sólo en soja, el recorte a nivel regional sería de 30 millones de toneladas y eso ya impactó en los precios, que se acercan a los máximos históricos del mercado internacional.
Esos aumentos de precio se traducen en costos más altos para quienes deben utilizar granos para convertirlos en proteína animal, como es el caso de la avicultura.
Según Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas, "hasta ahora el maíz y la soja impactaron en un 6%, lo que representa un porcentaje importante ya que hablamos de un negocio de números muy finos".
Todo esto ocurre en un contexto en el que también hubo mayores gastos en las industrias por las reiteradas olas de calor que sufrieron las aves, que si bien se vieron minimizados por la tecnología aplicada en los nuevos galpones y por un buen manejo de la alimentación, provocó caídas de productividad.
Domenech aseguró en diálogo con Ámbito que "se perdió mucho peso. Si se esperaba un pollo de 3 kilos, se logró uno de poco más de 2,5 kilos. Lo mismo ocurrió en los galpones de menor nivel tecnológico con animales que consiguieron un peso inferior".
El capítulo de los costos no se agota en los precios de la soja y el maíz. Ahora la expectativa esta puesta en los aumentos que registrarán las tarifas energéticas y también en las negociaciones de paritarias que se realizarán en marzo.