De hace 300 años: el desconocido origen de las escobas y cómo toman su particular color
Según un informe de Agrocultura, las llamadas escobas “de paja” se fabrican a partir de la cosecha de sorgo escobero o sorgo de escoba; los detalles
n informe de Agrocultura, una agrupación que integran entidades del agro, instituciones y empresas del sector, se refirió al origen de las escobas de paja que se utilizan en hogares y otros ámbitos para la limpieza. Según señaló el reporte, las llamadas escobas de paja se fabrican a partir de la cosecha de sorgo escobero o sorgo de escoba.
“La planta del sorgo de escoba se diferencia de otros sorgos por poseer una panoja de fibras largas y flexibles que son utilizadas para confeccionar escobas y cepillos desde hace aproximadamente 300 años”, indicó.
Añadió: “El mayor porcentaje de sorgo cultivado en la Argentina corresponde al tipo estándar, una planta muy alta que puede alcanzar unos tres metros de altura y que, según las últimas estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en esta campaña alcanzará una superficie de un millón de hectáreas, lo que representa un aumento interanual del 5,3% para alcanzar un rendimiento de 3,3 millones de toneladas”.
En particular, la variedad que sirve como insumo para la fabricación de escobas tiene una altura menor con 1,7 metros, y viene de una semilla que se produce en regiones como Formosa (INTA El Colorado), según el estudio.
De una hectárea de sorgo escobero se producen unas 8000 escobas
“Se trata de una variedad obtenida por mejoramiento genético conjuntamente con INTA Manfredi en Córdoba y que se la llama Petaco INTA. La misma posee un alto potencial de productividad de escobas y similares, además por su baja altura facilita la cosecha manual”, precisó.
En este contexto, según el trabajo de Agrocultura, “el color amarillo-oro se consigue en años de veranos de pocas precipitaciones y óptimas condiciones de cosecha; es una característica demandada por el mercado nacional e internacional”.
Cosecha
En otro tramo, el informe señaló que la cosecha o volteo de la planta sigue realizándose de forma manual. Indicó que por esto no son tan extensas las áreas de siembra: entre 20 a 30 hectáreas.
“La mejor calidad de la hebra de sorgo de escoba se logra cosechando cuando la paja presenta color ‘verde nilo’ o semejante a un grano de arveja. Es el momento en el que se requiere de secaderos especiales como galpones con estantes donde colocar la paja para su secado a la sombra. En buenas condiciones se llega a cosechar entre 90.000 y 100.000 plantas por hectárea. La producción del sorgo de escoba se destina principalmente a la fabricación de escobas y, en mínima proporción, a la de cepillos, mientras que el grano es empleado para la alimentación de aves, cerdos, etc”, apuntó.
Para destacar, de una hectárea de sorgo escobero se producen unas 8000 escobas. “El proceso de fabricación de escobas implica lograr una longitud de las escobillas de unos 60 cm. Una vez secado el sorgo en el campo, este se recoge, se ata en bloques y se almacena en cámaras. Tras la clasificación se enrolla la paja en un mango de madera rotado por una máquina. Con el alambre, el sorgo se tensa y se fija con un clavo. Este proceso se realiza exclusivamente a mano. El paso que sigue es el cosido de las escobas donde se utiliza hilo reciclable. Luego se le dan los retoques, como la rectificación o el acortado del final de la escoba”, explicaron.
Y agregaron: “Las escobas se empaquetan de a diez unidades en un bloque. Según las necesidades o los requerimientos del comprador, los bloques pueden variar en número de unidades y en el proceso de empaquetado”. Agrocultura informó: “Para la comercialización existen firmas que operan en diferentes regiones productoras, comprando la paja para el abastecimiento del mercado interno (escoberías) y además seleccionan la mercadería para el mercado de exportación”.
FUENTE: Fer Bireni - Agrocultura