El Estado de la Porcicultura en Argentina: Un Análisis del Dr. Jorge Brunori

La producción porcina en Argentina atraviesa un momento complejo, marcado por la incertidumbre económica y los desafíos del mercado.

En una entrevista exclusiva, el Dr. Jorge Brunori, médico veterinario y especialista reconocido en la porcicultura, ofrece su visión sobre los principales problemas y perspectivas del sector para el cierre de 2024. A continuación, un resumen de los puntos clave tratados en la conversación.

El Año 2024 en la Porcicultura: Retos y Oportunidades

El 2024 ha sido un año de altibajos para el sector porcino, con un comienzo difícil y un repunte en la segunda mitad del año. Según el Dr. Brunori:

"El primer semestre fue muy difícil, con precios estancados y hasta caídas en algunas áreas, lo que afectó la rentabilidad de las granjas, especialmente de las más pequeñas. Sin embargo, desde julio, el precio del capón experimentó un crecimiento exponencial, pasando de 1.100 pesos por kilo en julio a 1.700 pesos en octubre."

Este aumento en los precios ha permitido una recuperación de la rentabilidad, pero también ha generado alertas sobre las importaciones y el impacto de la competencia externa. El Dr. Brunori advierte que las importaciones de carne de cerdo están creciendo rápidamente, lo que podría tener efectos negativos sobre el mercado interno en el futuro cercano.

La Creciente Competencia de las Importaciones

Uno de los principales focos de preocupación es el aumento de las importaciones de carne de cerdo. Según datos comparativos, las importaciones crecieron casi un 500% interanualmente hasta octubre, lo que podría impactar en el mercado interno:

"Lo que antes no era preocupante, ahora empieza a serlo. Pasamos de una participación en el consumo aparente del 1-1,5% a casi el 3% en la actualidad", explicó el Dr. Brunori, destacando el riesgo de que las carnes importadas compitan con los productos nacionales, especialmente los cortes más populares, como la bondiola.

La Evolución del Consumo de Carne de Cerdo

A pesar de la crisis económica que afecta a gran parte del país, el consumo de carne de cerdo ha mantenido una tendencia positiva, con un leve crecimiento en 2024:

"En un momento tan crítico, la carne de cerdo, por precio y calidad, está siendo elegida por los consumidores que tienen el bolsillo dañado. El consumo se ha estabilizado e incluso ha crecido un 1% en lo que va del año."

Este comportamiento se destaca en un contexto en el que otras carnes, como la de vaca, han tenido una caída significativa en su consumo, con una disminución del 12% entre enero y octubre de 2024.

El Proceso de Concentración de la Producción Porcina

Uno de los cambios más notables en el sector porcino en Argentina es la concentración de la producción. Los pequeños productores, que antes operaban con entre 30 y 50 madres, ahora gestionan entre 200 y 500 madres, mientras que los criaderos grandes superan las 10.000 madres.

"El proceso de concentración es evidente, aunque no tan abrupto como podría esperarse. Hoy, el pequeño y mediano productor tiene entre 200 y 500 madres, y es el que más sufre las fluctuaciones del mercado", señala el Dr. Brunori, quien también subraya la importancia de estos productores para el desarrollo local.

Aunque muchos productores han logrado mejorar la eficiencia mediante el uso de nuevas tecnologías, este proceso de concentración podría poner en riesgo la sustentabilidad de las pequeñas y medianas explotaciones.

El Impacto de la Crisis Institucional en el INTA

En paralelo a los desafíos del sector porcino, el Dr. Brunori expresó su preocupación por la situación del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), particularmente por los recortes de personal y la posible reducción de la capacidad investigativa. Según el entrevistado, el INTA ha sido clave en la investigación, capacitación y extensión en el sector agropecuario argentino:

"El INTA es fundamental para el desarrollo de la producción en Argentina. No solo se encarga de la investigación, sino que también juega un rol crucial en la transferencia de tecnología y la capacitación de los productores. Sin embargo, los recortes de personal y la posible pérdida de tierras de investigación son preocupantes."

El Dr. Brunori expresó que la falta de personal capacitado y de recursos podría tener un impacto negativo en la sostenibilidad del sector, tanto en la producción como en la investigación aplicada.

El Futuro del Mercado Internacional del Cerdo: La Visión Global

En cuanto a la producción internacional, el Dr. Brunori destaca que Europa enfrenta una reducción en su producción de cerdo, principalmente debido a normativas ambientales y la falta de espacio y granos. Esto abre una oportunidad para América Latina, que podría reemplazar parte de la carne que Europa está dejando de producir:

"Europa tiene un horizonte de disminución en la producción de cerdo, lo que posiciona a América Latina, y especialmente a Sudamérica, como un probable reemplazo de esa carne."

Además, el mercado asiático, particularmente China, sigue siendo crucial para la exportación de carne de cerdo, ya que representa la mitad de la producción y el consumo mundial. Según el Dr. Brunori:

"El termómetro del mercado internacional sigue estando en China. Cualquier variación en su consumo puede tener un gran impacto en los precios y en la demanda global."

Conclusiones: Desafíos y Oportunidades para el Sector Porcino

El sector porcino argentino atraviesa un 2024 con una combinación de retos y oportunidades. Aunque la recuperación en los precios y el crecimiento en el consumo interno son señales positivas, los desafíos persisten, especialmente con el crecimiento de las importaciones y los problemas institucionales que afectan la investigación y el desarrollo del sector.

En este contexto, el Dr. Brunori destaca la importancia de mantener el apoyo a los pequeños y medianos productores, quienes son fundamentales para el desarrollo económico y social de las comunidades rurales en Argentina.

"Es fundamental que no se pierda la capacidad de investigación y extensión que brinda el INTA. La institución es una herramienta clave para el productor argentino y su desaparición sería un golpe duro para el futuro de la producción."

Este 2024, el sector porcino argentino se enfrenta a un panorama mixto: un año de recuperación económica, pero con retos estructurales que deberán ser abordados para garantizar su sostenibilidad en el futuro.