Durante 2024, el uso de fertilizantes experimentó una recuperación, impulsado en gran medida por el aumento en el consumo de urea.

Según un informe de Jeremías Battistoni, analista de la consultora AZ Group, las importaciones de urea alcanzaron 1,1 millones de toneladas este año, superando los volúmenes de las dos campañas anteriores.

“El avance de la siembra y el desarrollo de los cultivos reducen la demanda en el mercado interno, lo que podría generar una leve retracción en las compras hasta la próxima temporada de otoño”, explicó Battistoni.

En el mercado local, los precios de la urea en enero se ubicaron en U$S 492 por tonelada, con una leve caída del 2% en comparación con diciembre.

Uno de los aspectos destacados del informe fue que las recientes subas en los valores internacionales de fertilizantes compensaron, en parte, la eliminación del Impuesto PAIS.

En cuanto a los fertilizantes fosfatados, las compras de 2023 cerraron en 765.000 toneladas de fosfato monoamónico (MAP) y 281.000 toneladas de fosfato diamónico (DAP). Aunque estos volúmenes muestran una recuperación frente al año anterior, todavía se mantienen por debajo del promedio histórico.

En el mercado interno, el precio del MAP para entrega en puerto en enero se ubicó en U$S 813 por tonelada, con una baja mensual del 2%.

“El mercado sigue mostrando poco movimiento y escaso interés en compras anticipadas para la próxima campaña fina”, analizó Battistoni.

Relaciones de precios

A pesar de la caída en los valores de los granos, especialmente en soja disponible, la relación de compra frente a insumos agrícolas sigue siendo favorable.

“A lo largo de 2024, los agroquímicos mantuvieron una tendencia a la baja en sus precios”, señaló el especialista.

Uno de los ejemplos más claros es el glifosato, que pasó de U$S 7,4 por litro en enero de 2024 a U$S 4,4 en la actualidad, lo que representa una caída del 40%. La atrazina también registró una disminución significativa, con una reducción del 37% en los últimos 12 meses, al pasar de U$S 12 por litro a U$S 7,6.

Este escenario favorece la compra de insumos clave. En el caso de la soja, la relación de compra con glifosato mejoró notablemente: en enero se necesitaron 1,6 kilos de soja para adquirir un litro de glifosato, mientras que el promedio de los últimos tres años fue de 2 kilos por litro.

Sin embargo, no todos los insumos corrieron la misma suerte. En el caso de la soja, las relaciones de compra mejoraron solo con urea y glifosato, mientras que los costos de servicios, estructura y gasoil siguen siendo menos favorables.

En maíz, la capacidad de compra de agroquímicos y fertilizantes se mantuvo en buenos niveles, aunque el impacto del costo del transporte sigue siendo un factor clave en la rentabilidad del cultivo.

Por su parte, el girasol se destaca con las mejores relaciones de compra en el mercado local, beneficiándose de precios competitivos incluso en la contratación de ciertos servicios.

“Tanto en la disponibilidad inmediata como en la posición a cosecha, el girasol muestra la mejor capacidad de compra dentro del análisis de granos”, concluyó el informe.