Enero impactó en la producción agrícola: el maíz pierde 2 millones de toneladas y la soja 5 millones
Las altas temperaturas y la falta de lluvias generaron un recorte significativo en las proyecciones de cosecha. Para evitar mayores pérdidas, febrero debe cerrar con precipitaciones abundantes.

Un golpe climático para la campaña gruesa
El inicio del año trajo consigo olas de calor intensas y una marcada escasez de lluvias, afectando gravemente el desarrollo de los cultivos. Enero cortó la racha de precipitaciones y desató una crisis en la producción agrícola.
Las estimaciones han sufrido un duro ajuste:
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El maíz perderá 2 millones de toneladas respecto de las previsiones iniciales.
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La soja tendrá un recorte de 5 millones de toneladas, lo que agrava la situación del sector.
Las próximas lluvias serán determinantes para definir el rumbo de la cosecha.
Regiones más afectadas y expectativas climáticas
Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), para atenuar los efectos del déficit hídrico, sería ideal recibir al menos 40 mm de lluvia esta semana y 40 mm más en la próxima. Las áreas más afectadas incluyen:
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Centro y norte de Córdoba y Santa Fe.
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Centro y oeste de Buenos Aires.
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Santiago del Estero y Chaco, donde la sequía golpea con mayor intensidad.
Soja de segunda: en riesgo extremo
La situación de la soja de segunda es alarmante.
"Los rindes potenciales han sufrido caídas de entre 30 % y 70 %, y hay muchas áreas que directamente no podrán ser cosechadas. Se proyecta un área no cosechable de 780.000 hectáreas", señaló la BCR.
Si bien la superficie sembrada creció un 9,3 % respecto del año pasado, el rendimiento estimado a nivel nacional se ubica en 27,6 qq/ha, lo que reduce la producción total de 53 millones de toneladas a 47,5 millones. En comparación con la campaña anterior (50 Mt), la caída sería de 2,5 millones de toneladas.
El maíz también sufre el impacto de la sequía
El panorama del maíz tampoco es alentador.
"Se estima una reducción del 4 % en la producción, ajustando la proyección a 46 millones de toneladas", advirtió la BCR.
A nivel nacional, el rendimiento promedio del cereal se ubica en 70,5 qq/ha. Las próximas dos semanas serán clave, ya que las lluvias definirán si se pueden sostener las actuales estimaciones, sobre todo en Córdoba y el norte del país.
A pesar de la crisis climática, la superficie destinada a cosecha se mantiene en 6,5 millones de hectáreas, aunque los rendimientos se han ajustado a la baja en las principales provincias productoras.
El sector agrícola enfrenta un escenario desafiante, con la esperanza de que febrero traiga las precipitaciones necesarias para evitar un mayor deterioro en la producción.