Zorraquin Meneses: en qué andan las empresas agrícolas?
Las lluvias han cambiado el ánimo de los productores . Como siempre mencionamos, el campo no es homogéneo. En algunas partes del país las precipitaciones no llegaron, en otras produjeron desastres y afectaron producciones, y en otras llegaron tarde

EN QUÉ ANDAN LAS EMPRESAS AGRÍCOLAS
Las lluvias han cambiado el ánimo de los productores . Como siempre mencionamos, el campo no es homogéneo. En algunas partes del país las precipitaciones no llegaron, en otras produjeron desastres y afectaron producciones, y en otras llegaron tarde.
Con lo cual todavía el final de la producción en las empresas y el correspondiente impacto en la renta, es incierto. Comenzó la cosecha de girasol en la provincia de Buenos Aires, con rendimientos superiores a los estimados, lo cual es una buena noticia. Noticia que inmediatamente se reflejó en una caída de las cotizaciones de este grano.
Las lluvias, con el posible efecto positivo en los rendimientos de aquellos cultivos que todavía están en estado vegetativo por ser siembras tardías, sumado a la suba local de precios generada por la baja de los derechos de exportación, hacen que exista la esperanza de que la campaña pueda terminar en cero o incluso algo positiva. Dependerá de las zonas y los cultivos, pero como dijimos, cambió el ánimo.
También, el agua caída nos pone a pensar en la próxima campaña de trigo, donde el precio y la humedad acumulada en los perfiles hace que se tengan que comenzar a tomar decisiones de arrendamientos y de compra de insumos. La discusión por el valor de los arrendamientos recién arranca, entre abril y mayo tendremos un panorama más claro.
En cuanto a la toma de precios de la mercadería disponible o futura, se mantiene el bajo porcentaje de cobertura y toma de precios por parte de los productores, si se lo compara con otras campañas. Por alguna razón, las empresas no ven atractivo la toma de los mismos.
Ni siquiera ante el riesgo de logística en cosecha, que disminuiría las cotizaciones, ni ante el riesgo de la posible guerra comercial por aumento de aranceles en EEUU, y el correspondiente impacto en el mercado local.
Con lo cual entendemos que si bien el ánimo cambió, los rendimientos adicionales producto de las precipitaciones deben concretarse y el riesgo precio es muy alto. Es decir, todavía estamos bastante lejos para concretar la rentabilidad en las empresas y para encarar la nueva campaña.
NEGOCIO AGRÍCOLA
El factor determinante que está condicionando la normal evolución de los precios de los granos es la aplicación y entrada en vigencia de lo que se denomina la “guerra arancelaria” realizada por Donald Trump. En teoría, el 2 de abril es la fecha en la cual los mismos entrarán en vigencia, se determinarán los porcentajes definitivos y los mercados deberán reaccionar a los mismos.
Aunque de alguna manera ya anticiparon estas noticias, descontando precio, y es así que observamos bajas en las cotizaciones internacionales del 6% en soja, 9 % en maíz y 8% en trigo.
Es por eso que, si el 2 de abril sucede lo que se prometió y no existe una dilación en la toma de decisiones, el mercado de granos sufrirá algunas alteraciones quizá no menores.
Adicionalmente, pero con un impacto inmensamente menor, la Secretaria de Agricultura de los Estados Unidos, Brooke Rollins, anunció que el USDA otorgará un subsidio de hasta US$10.000 millones a los productores agrícolas a través del Programa de Asistencia de Emergencia para Productos Básicos.
Lo que permitiría que los productores estadounidenses pudieran mantener cultivos y áreas de producción sin estar tan influenciados por la rentabilidad de los mismos. Esto hace finalmente que la oferta de dichas producciones no se ajusten en la misma proporción que si no existiera el subsidio.
Esta “guerra arancelaria” será la protagonista de la evolución de los precios los próximos quince días y condiciona los precios de la presente y la futura campaña, mucho más que los factores clásicos como el clima y los fundamentals.
El mercado local copiará dicha evolución de precios y observará si alguno de los granos logra alguna ventaja por las medidas tomadas. Y entonces quizá exista una evolución de precios locales diferente al mercado internacional, con algún posible sobreprecio. Pero eso será en una instancia posterior.
Otro aspecto a considerar en el mercado local es que si se produce la unificación cambiaria, el dólar blend desaparecería, que hoy es entre un 2 y 4% de las cotizaciones, dependiendo el grano.
Entrando en cosecha Argentina, con los problemas de logística que normalmente genera ese momento, sumado a lo explicado que posiblemente suceda el 2 de abril, la recomendación es tomar precio y/o cobertura, como mínimo para lo disponible a vender en los próximos 60 días y lo necesario a vender en el mismo período de la cosecha nueva.