Retraso en la cosecha de soja por las complicaciones climáticas pero con buenos rindes
El Ingeniero Agrónomo Claudio del Vecchio, referente de Agroprofesional de Armstrong, brindó un panorama detallado sobre el estado actual de la cosecha de soja en la región núcleo del país. Aunque los rindes se presentan como positivos, la campaña se ve severamente afectada por las condiciones climáticas.

Ing. Claudio del Vecchio - Agroprofesional
“Este clima, que si bien no ha sido de lluvias abundantes, sí es recurrente en humedad y chaparrones, y realmente no deja avanzar al ritmo que los equipos podrían”, explicó Del Vecchio.
Un avance lento y preocupante
La campaña actual está experimentando uno de los mayores retrasos en los últimos nueve años. En departamentos claves como Belgrano e Iriondo (Santa Fe) y Marcos Juárez (Córdoba), el avance de cosecha no supera el 60%, cuando lo habitual para fines de abril es estar finalizando la recolección de soja de segunda.
“Hoy tenemos que decir que el avance no llega al 50, me animo a decir 60%”, señaló el ingeniero.
Este retraso no solo afecta la planificación de las labores agrícolas, sino que también impacta en la preparación para la próxima campaña de trigo, que ya debería estar en marcha en muchas zonas.
Rendimientos alentadores, pero con matices
A pesar de los inconvenientes logísticos, los rindes son buenos y, hasta el momento, no se han registrado pérdidas significativas de calidad en el grano. Sin embargo, hay señales de alerta: en algunos lotes se observa una coloración más oscura y síntomas de sobre-maduración debido a la demora en la cosecha.
Del Vecchio remarcó que un período de 7 a 10 días de tiempo seco y estable sería suficiente para que las cosechadoras avancen con mayor velocidad y eficiencia.
Diferencias entre los lotes: el impacto de la siembra temprana
La campaña también deja en evidencia las diferencias entre los lotes según su fecha de siembra. Los más afectados han sido aquellos sembrados a fines de octubre, que atravesaron su período crítico durante la fuerte sequía de enero.
“Los primeros lotes sembrados estuvieron en su periodo crítico en el mes de enero, que fue el impacto fuerte del estrés hídrico y térmico”, detalló Del Vecchio.
Estos lotes presentan maduración desuniforme, lo que genera demoras adicionales y una caída en la calidad. En cambio, los lotes sembrados en noviembre y principios de diciembre muestran una maduración más homogénea y están en mejores condiciones para ser recolectados.
El campo como motor de la economía regional
Más allá de lo estrictamente productivo, el retraso en la cosecha afecta también al resto de la cadena agroindustrial y a la economía regional. La recolección de la campaña gruesa marca el inicio de una etapa clave para el movimiento económico en las localidades rurales y semiurbanas.
“Una vez que esté recolectada la gruesa, se empiezan a contar los porotos y comienzan los gastos y las inversiones. Se dinamiza absolutamente toda la economía”, afirmó el ingeniero.
Eventos como ExpoAgro y la inminente AgroActiva en Armstrong son reflejo del empuje del sector, que confía en cerrar una buena campaña si el clima lo permite.
Buenas perspectivas para el trigo y el maíz 25/26
Una de las notas positivas que dejó la entrevista es la expectativa favorable para la campaña de trigo y maíz 2025/2026. La humedad acumulada en el perfil del suelo durante los últimos meses crea un escenario propicio para la siembra de cultivos de invierno.
“La reserva de humedad en suelo no está en exceso, pero es suficiente, y anima al productor a que comience a pensar en un cultivo de trigo en el corto plazo”, explicó Del Vecchio.
Además, las empresas semilleras ya comenzaron a ofrecer sus portfolios de híbridos, y las condiciones comerciales están en marcha. Esto genera un movimiento anticipado de compras de insumos, especialmente semillas, fertilizantes y productos complementarios.
Plagas: una campaña tranquila, sin sobresaltos
En contraste con la campaña anterior, en la que el espiroplasma y la chicharrita generaron serios inconvenientes en el maíz, esta temporada ha sido más tranquila en materia sanitaria. Hubo algunos picos de chinches y orugas en soja, pero se mantuvieron dentro de los parámetros normales.
El monitoreo y las aplicaciones puntuales permitieron controlar las situaciones sin comprometer los rindes. “Tanto en el cultivo de maíz como de soja, esta campaña ha sido normal en ese aspecto y no ha habido sobresaltos”, aseguró el técnico.
Caminos rurales en estado crítico: un llamado a la acción
Uno de los aspectos más delicados que destaca Del Vecchio es el estado de los caminos rurales, cuya situación se agravó en las últimas semanas por las lluvias. El tránsito constante de maquinaria, camiones y camionetas ha dejado huellas profundas y zonas prácticamente intransitables.
“Hoy se ha llegado a una situación casi crítica que en algunos casos limita la oportunidad de entrar a cosechar un lote”, advirtió.
El ingeniero hizo un llamado a municipios, comunas y consorcios para que tomen cartas en el asunto, y también invitó a los productores a colaborar con tareas de mantenimiento. La mejora en la infraestructura vial no solo facilitaría la cosecha, sino que también es una cuestión de seguridad para quienes trabajan a diario en el campo.
Entre lo logrado y lo que viene
La campaña 24/25 transita su etapa final con buenos rindes pero importantes desafíos logísticos. A pesar del retraso en la cosecha y las dificultades en caminos, hay optimismo de cara a lo que viene: una campaña de trigo y maíz que asoma con buenas proyecciones y que ya comienza a movilizar decisiones en los campos del sur santafesino y sudeste cordobés.
La mirada está puesta en el cielo, esperando días de estabilidad climática que permitan cerrar una buena cosecha y poner en marcha una nueva etapa productiva con energía renovada.