Baja de retenciones: desde el agro se alerta por una implementación que no alcanza a productores regionales y demanda calendarios más amplios
Según Dante Romano —profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral—, la baja permanente de retenciones a los cultivos tendría un impacto limitado pero simbólico, dado que ya estaba largamente anticipada por el mercado.

Expectativa de mejora en precios por tonelada
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Soja: mejora teórica de unos 25 USD/tonelada
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Maíz: aproximadamente 5 USD/tonelada
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Girasol: cerca de 7 USD/tonelada
No obstante, Romano aclara que el efecto real fue más moderado, porque muchos operadores ya habían reflejado la expectativa en los precios antes del anuncio oficial
Comportamiento del mercado
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Soja: tras el anuncio, se reactivaron ventas: de un ritmo bajo en junio volvieron a niveles de alrededor de 150.000 toneladas diarias (un retorno a volúmenes más normales después de anticipaciones masivas)
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Maíz: el impacto fue menor, ya que la diferencia con retenciones anteriores está dentro de la volatilidad habitual del producto y se vio fuertemente influido por el clima (cada punto porcentual adicional de humedad implica un costo económico estimado en unos 7?USD/tn) A
Liquidez y divisas
Para Romano, la medida es clave para normalizar el flujo de liquidaciones de divisas del agro. Antes del anuncio, muchas ventas se habían adelantado a fin de junio, lo que amenazaba con una caída brusca en el ingreso de dólares durante el segundo semestre.
Con la baja de retenciones, se espera que entre abril y junio se liquidaran cerca de USD 12.000 millones y que entre lo que resta del año entren entre USD 8.000 y 10.000 millones más —liquidaciones que, sin esta medida, podían paralizarse.
Romano también anticipa que esa entrada de divisas adicionales ayudará a calmar la presión sobre el tipo de cambio, aunque no espera un flujo extraordinario inmediato, ya que muchas operaciones ya estaban adelantadas
Reflexión final
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La medida genera mejoras específicas en los precios agrícolas —un alivio explícito para productores y la industria—, aunque no produce saltos mayoritarios ni rentabilidades espectaculares, especialmente en campos alquilados.
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Más importante aún, su rol es restablecer previsibilidad y dinamizar la comercialización, clave para asegurar el flujo de dólares al país en un momento de incertidumbre cambiaria.
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No se trata de una solución definitiva, sino de un reacomodamiento fiscal y comercial que podría ayudar a activar el agro, con un efecto moderado pero relevante en el contexto económico actual.
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Principales opiniones de otros economistas y analistas
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Economistas y fuentes del sector
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Desde Salta, Jujuy y Tucumán señalaron que la medida excluye a productores del norte que cosechan maíz en julio-agosto y no llegaron a aprovechar la baja, que originalmente era hasta junio. Advierten que en el interior las condiciones climáticas y de suelo reducen los márgenes y esta baja es apenas un alivio parcial.
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Gustavo Lazzari, especialista en finanzas, afirmó que “la rebaja temporaria no tuvo el impacto esperado en la recaudación” y criticó que hubo distorsiones: algunos exportadores anticiparon ventas y otros postergaron importaciones. También resaltó que presionar para liquidar granos antes de tiempo distorsiona incentivos, y enfatizó la necesidad de enfocarse en la producción sostenible, no solo en fluctuaciones financieras
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Analistas privados
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Bloomberg Línea destacó que el agro ya había descontado el efecto de la baja en expectativas; si bien se ve como buena medida, el gran impulso vía liquidaciones adicional parece moderado, aunque puede mejorar la oferta de dólares en el futuro
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Econométrica estimó que las retenciones representan apenas el 0,6?% del PIB en presión fiscal, subrayando que el potencial para bajar impuestose radica en un contexto macroeconómico favorable
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Federico Domínguez, uno de los más confiables para el Gobierno, sugirió que la baja podría escalar hasta una eliminación total de las retenciones, aunque condicionada a tener asegurado el equilibrio fiscal. Cree que el margen fiscal existe porque la recaudación crece y el gasto se mantiene controlado
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Según varios expertos como Fernando Marull, Hernán Letcher y Jorge Colina, el costo fiscal de la medida se estima entre 0,1?% y 0,2?% del PIB —de USD?500–700?millones a unos USD?2.000 millones— lo cual no comprometería la meta de superávit primario para 2025 (alrededor del 1,6?% del PIB)
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Contexto macroeconómico y mercados
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Según Reuters, los mercados reaccionaron con cautela: aunque la baja puede inyectar dólares, el impacto fiscal se espera limitado este año y se cifra alrededor de 0,2?% del PIB .También se advierte que el fin de la baja temporal a partir de julio puede reducir las liquidaciones del agro y aumentar la presión cambiaria en el segundo semestre
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Economistas vinculados con Milei
- Federico Domínguez, uno de los más confiables para el Gobierno, sugirió que la baja podría escalar hasta una eliminación total de las retenciones, aunque condicionada a tener asegurado el equilibrio fiscal. Cree que el margen fiscal existe porque la recaudación crece y el gasto se mantiene controlado
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Según varios expertos como Fernando Marull, Hernán Letcher y Jorge Colina, el costo fiscal de la medida se estima entre 0,1 % y 0,2 % del PIB —de USD 500–700 millones a unos USD 2.000 millones— lo cual no comprometería la meta de superávit primario para 2025 (alrededor del 1,6 % del PIB)
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Contexto macroeconómico y mercados
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Según Reuters, los mercados reaccionaron con cautela: aunque la baja puede inyectar dólares, el impacto fiscal se espera limitado este año y se cifra alrededor de 0,2 % del PIB .También se advierte que el fin de la baja temporal a partir de julio puede reducir las liquidaciones del agro y aumentar la presión cambiaria en el segundo semestre
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Conclusión
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La percepción mayoritaria es cautelosa: el impacto macroeconómico inmediato se considera moderado y en parte ya incorporado en precios.
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Se destaca que el efecto principal podría aparecer en los próximos meses, impulsando ventas y liquidaciones que mejoren la oferta de dólares.
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El impacto fiscal, calculan varios analistas, es reducido y compatible con las metas fiscales pactadas con el FMI.
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Desde el agro se alerta por una implementación que no alcanza a productores regionales y demanda calendarios más amplios.
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Por otro lado, economistas vinculados al Gobierno plantean que esta baja es solo el comienzo de un camino gradual (o incluso hasta la eliminación) de retenciones.