“No hay que quemarse con los cultivos de servicios” y “con el maíz tardío no hay que seguir recetas”: definiciones clave en el Congreso Aapresid
Durante la primera jornada referentes académicos expusieron nuevas estrategias de manejo agrícola, con foco en cultivos de servicios y maíz tardío. Las conclusiones dejaron un mensaje claro: hay que ajustar las decisiones a cada ambiente y no seguir fórmulas fijas.

Cultivos de servicios: rendimiento y manejo en equilibrio
En la Sala Syngenta, el investigador del CONICET y profesor de la UBA, Gervasio Piñeiro, destacó que "los beneficios de los cultivos de servicios son claros", aunque advirtió que su mayor desafío sigue siendo el agua.
Tras un año con buen régimen hídrico, la Red de Cultivos de Servicios –que coordina Piñeiro– mostró resultados positivos: promedios de 4.000 a 5.000 kg/ha de biomasa y rindes de hasta 800 kg más en soja y 4.000 kg más en maíz cuando se sembraron cultivos de servicios como antecesores.
Sin embargo, advirtió que “el barbecho largo no es una caja de ahorro”, ya que también consume agua, y enfatizó que “no hay que quemarse” con los cultivos de servicios, sino “terminarlos a tiempo” para evitar comprometer la humedad del siguiente ciclo.
Maíz tardío: evitar recetas únicas
En la Sala Telecom, el especialista Santiago Álvarez Prado (UNR-CONICET) abordó el manejo del maíz tardío en la zona Núcleo. Enfatizó que “evitar las recetas” es clave, ya que el rendimiento depende de múltiples factores: el híbrido, la nutrición, el antecesor y el manejo sanitario.
“Fertilizar más tiene un costo que muchos no pueden asumir, pero manejar bien el cultivo de servicios puede ser una alternativa eficiente: aporta nutrientes, suprime malezas y reduce el uso de insumos”, señaló. Además, remarcó que aún hay margen para mejorar rendimientos con un manejo más fino del nitrógeno.