Maximiliano Razzeto, nuevo presidente de CARTEZ: “Necesitamos previsibilidad para poder planificar”
El dirigente cordobés Maximiliano Razzeto asumió la presidencia de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (CARTEZ), con la responsabilidad de representar a miles de productores agropecuarios en un momento crítico para el sector.
Maximiliano Razzeto - Presidente de CARTEZ
Con raíces en Adelia María, Córdoba, Razzeto proviene de una familia ligada a la agricultura, la ganadería, el tambo y la comercialización de granos. Desde la Sociedad Rural de su localidad hasta la conducción provincial, su recorrido ha estado marcado por el compromiso con la producción. “Creo que es momento de meterse lo que más puede uno para tratar de ayudar al sector”, expresó al asumir el desafío.
Los desafíos del agro: estabilidad y futuro
En su análisis, Razzeto señaló que la principal deuda con el campo argentino es la falta de previsibilidad. Para él, las condiciones actuales impiden que los productores planifiquen con horizonte:
“Hace más de 25 años que el productor argentino no puede pensar más allá de los próximos tres meses. Esa no es la forma de trabajar de ninguna actividad”.
El nuevo titular de CARTEZ remarcó que la clave está en contar con políticas claras y estables:
“Necesitamos tener previsibilidad… no digo cinco años, pero al menos dos. Nuestros países vecinos han duplicado o triplicado su producción y nosotros seguimos estancados desde hace 30 años”.
Una zona agrícola-ganadera con gran potencial
La región de Adelia María refleja la diversidad productiva del interior cordobés. Allí, los principales cultivos son soja, maíz y maní, complementados con una cuenca lechera importante y una ganadería que todavía conserva volumen, aunque en retroceso frente al avance agrícola.
“Hoy por hoy la agricultura se lleva la mayor superficie. Hace diez años había muchos más tambos y mucha más ganadería de carne”, explicó Razzeto al describir la transformación de la matriz productiva local.
El dirigente también destacó el esfuerzo en materia de seguridad rural, donde las patrullas y la inauguración de nuevos destacamentos han permitido mantener bajos los niveles de delito en la zona.
La producción familiar y la apuesta a largo plazo
La familia de Razzeto es segunda generación de productores y actualmente maneja alrededor de 10 a 12 mil hectáreas, además de unas mil vacas de ordeñe. Con entusiasmo, sostiene que el agro argentino tiene aún un enorme margen de crecimiento:
“Creemos que podemos tener el doble de rindes que tenemos, pero para eso necesitamos condiciones y políticas a largo plazo”.
El riesgo, advierte, es altísimo: los insumos están dolarizados y el clima puede definir el éxito o fracaso de una campaña. Sin embargo, lo que más preocupa no es lo climático —un factor conocido por los productores— sino la incertidumbre política y económica.
Reformas pendientes y mirada hacia adelante
Para el presidente de CARTEZ, la competitividad del agro no se resuelve únicamente con la reducción de retenciones, sino con cambios estructurales profundos: reformas laborales, fiscales, bancarias y educativas que permitan modernizar al país.
En este sentido, cuestionó la dinámica electoral argentina:
“No podemos tener elecciones cada dos años. Eso paraliza todo. Un año trabajan y al otro se ponen en modo campaña. Es inviable”.
Finalmente, Razzeto dejó un mensaje que sintetiza su visión:
“No queremos que nos regalen nada, nada más que nos dejen producir. Nos sentimos capacitados para competirle a cualquiera, pero no podemos hacerlo con un lastre cuando los demás no lo tienen”.
