Récord en el agro: el campo consumirá gasoil por más de U$S 2.500 millones
El motor del campo argentino se prepara para otra campaña intensa. Según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el sector agropecuario consumirá 2.324 millones de litros de gasoil durante la campaña 2025/26, lo que equivale a un desembolso superior a U$S 2.579 millones.

El informe anticipa un aumento del 4,2% respecto del ciclo anterior, impulsado por una mayor cosecha de granos —en especial de maíz y girasol— y por el volumen creciente de transporte hacia acopios y puertos.
Producción con alto gasto energético
La superficie agrícola sembrada alcanzaría 41,1 millones de hectáreas, apenas por debajo del récord histórico. Para las labores de siembra, pulverización y cosecha, el campo demandará 1.028 millones de litros de gasoil, una cifra similar a la del ciclo anterior.
Por cultivo, la soja reducirá su participación (-8%), mientras que el maíz registrará un salto del 17% en consumo de combustible, alentado por las buenas condiciones hídricas y la disminución del impacto de la chicharrita. También se prevé un aumento importante en el girasol, cuya siembra podría ser la mayor en 25 años.
El transporte, el gran consumidor
El mayor gasto, sin embargo, proviene del traslado de granos. Con una producción total estimada en 144 millones de toneladas, el transporte hacia acopios, industrias y terminales portuarias requerirá unos 1.296 millones de litros de gasoil.
El 97% del consumo en esta etapa corresponde al transporte por camión, mientras que el ferrocarril apenas representa el 3%. La BCR calcula distancias promedio de 30 km entre campo y acopio, y de 350 km hacia los puertos o plantas procesadoras.
Un costo que sigue creciendo
En total, entre labores agrícolas y transporte, el agro argentino gastará gasoil por más de U$S 2.500 millones, un récord histórico que refleja tanto la recuperación productiva como la dependencia del gasoil en toda la cadena.
A medida que la cosecha se expanda, la demanda energética del campo vuelve a encender una señal de alerta sobre los costos logísticos y la necesidad de diversificar el transporte hacia opciones más eficientes y sustentables.