El Futuro del Agro Argentino según Ergueta: Tecnología, Automatización y Productividad
El sector agropecuario argentino se encuentra en un momento de transformación sin precedentes. Los avances tecnológicos en nanotecnología, biotecnología e inteligencia artificial están llevando al campo hacia un nivel de automatización y eficiencia nunca antes visto.
Eduardo Ergueta
Según Eduardo Ergueta, especialista en innovación agropecuaria, estos cambios no solo impactarán la producción, sino también la forma en que los productores interactúan con la tecnología.
Revolución tecnológica en el campo
El agro argentino ya ha comenzado a experimentar los efectos de la innovación: mejoras en la calidad de semillas, modificaciones genéticas en cultivos y animales, y el uso creciente de drones para monitoreo y control de malezas. Sin embargo, Ergueta asegura que esto es apenas el comienzo. La verdadera transformación vendrá cuando la nanotecnología y la biotecnología, potenciadas por inteligencia artificial, se integren de manera masiva en los procesos productivos.
Estas tecnologías permitirán no solo un incremento en la eficiencia de los cultivos y del ganado, sino también un control más preciso de la sanidad genética y del desarrollo biológico, reduciendo riesgos y optimizando rendimientos. Como explica Ergueta:
"El agro va a tener avances muy fuertes, sobre todo de la mano de la nanotecnología y la biotecnología."
La automatización total: del tractor al dron
Uno de los cambios más radicales será la automatización de la maquinaria agrícola. Ergueta anticipa un futuro donde los tractores, cosechadoras y equipos de campo operen de manera autónoma, sin necesidad de intervención humana en las tareas diarias.
"Si querés ir arriba de un tractor o de una cosechadora, es porque tenés ganas de tomar mate y mirar el paisaje de arriba, porque las máquinas no te van a necesitar en absoluto."
Actualmente, los productores argentinos ya adoptan tecnologías como drones para pulverización selectiva y monitoreo en tiempo real, pero la siguiente etapa será un ecosistema completamente inteligente, donde los equipos se comuniquen entre sí y con sistemas de inteligencia artificial que decidan cuándo y cómo aplicar tratamientos, según datos climáticos y de crecimiento de los cultivos.
La visión de Ergueta es clara: la integración de drones, maquinaria autónoma y agentes de IA permitirá a los productores optimizar recursos, reducir costos y tomar decisiones más precisas, acercando la agricultura argentina a los estándares de eficiencia global.
Inteligencia artificial al servicio del agro
La IA no solo se limitará a la automatización mecánica, sino que también funcionará como un "encargado del campo digital", coordinando cada operación con precisión milimétrica. Según Ergueta, esta tecnología será capaz de:
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Monitorear el estado de los cultivos mediante flotas de drones.
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Analizar el nivel de daño o severidad de las plantas.
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Coordinar aplicaciones de agroquímicos en el momento óptimo.
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Integrarse con estaciones meteorológicas para decisiones estratégicas de riego y fertilización.
Ergueta compara la complejidad de estas operaciones con la conducción de vehículos autónomos en entornos urbanos:
"Si un robotaxi puede manejar un auto en la ciudad de New York, imaginate un tractor o una cosechadora en un campo."
El productor argentino frente a la innovación
Un factor clave en esta transformación es la apertura del productor argentino hacia la tecnología. A diferencia de otros sectores, los agropecuarios locales adoptan rápidamente innovaciones que les permitan mejorar la productividad y reducir riesgos. Esto asegura que las nuevas herramientas no queden solo en el papel, sino que se implementen y den resultados concretos en los campos.
El agro argentino está en la antesala de una revolución tecnológica sin precedentes. La combinación de nanotecnología, biotecnología, automatización y inteligencia artificial promete cambiar para siempre la forma en que se produce, se gestiona y se concibe el trabajo en el campo. Como destaca Eduardo Ergueta, la tecnología no reemplazará al productor, sino que potenciará su capacidad de gestión, permitiendo que las máquinas y la IA se encarguen de las tareas mecánicas mientras el humano se centra en la estrategia y la innovación.
El futuro del agro ya está aquí, y quienes lo adopten primero serán los protagonistas de esta nueva era de productividad y eficiencia.
